La rima, que consiste en la repetición de sonidos de los versos a partir de la última vocal acentuada, contribuye a resaltar el ritmo del poema; pero no es imprescindible que una poesía tenga rima para que tenga musicalidad.
Por ejemplo, en “Un recuerdo”, hay rima ya que descubrimos semejanza de sonido al final de los versos: cordobesas, sorpresas; deseo, poleo; olor, amor; familiares, estelares; bellos, camellos; oportuna, luna; hilera, primavera. En este caso se llama rima consonante porque coinciden, a partir de la última vocal acentuada, todos los sonidos: vocales y consonantes. Cuando sólo se repiten los sonidos vocálicos, se denomina rima asonante. Por ejemplo: montañas, charca; ojos, loco; fuego, cuerpo; barco, lejano.
Cuando la coincidencia es total, es decir, la rima no es ni asonante ni consonante, se está en presencia de versos libres.
Un recuerdo
de Alfonsina Storni
Recuerdo el dulce tiempo de sierras cordobesas
Pasado con el alma sin un solo deseo,
Vagando entre las matas de menta y de poleo,
Los cielos deslumbrantes
Los días sin sorpresas
¡Oh, el poblado espinillo de voluptuoso olor!
De noche, en las hamacas, los grupos familiares
Mirábamos los gruesos racimos estelares.
Sonaba, adentro, un tango y se hablaba de amor.
Éramos todos jóvenes, y muchos eran bellos.
Las sierras simulaban jorobas de camellos.
Y a su vera, del brazo, por la senda oportuna.
Volvíamos, cantando, en una sola hilera.
Al caer de las tardes. Y era la primavera.
Y se asomaba a vernos el disco de la luna.

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